Paco Gómez

La canción acaba embriagando a los amantes del alma y la palabra por lo que tiene de origen y de manantial inagotable. Siempre con una contemporaneidad abrumadora entronca, como no puede ser de otra manera, con el pulso incesante de los siglos en la vida cotidiana. Pretender descubrir porqué se canta es ingenuo como creer desvelar la razón de este tránsito que es la vida. De ahí la maravillosa e inagotable expresión de la canción popular, aun en estos tiempos que seguramente estarán cambiando. 

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Confusiones nace de la pasión por el ser, por la lírica que arrastra el estigma de que siempre vivió tiempos mejores. Su recorrido no es otro que acercarse humildemente a allí donde brota el manantial que hace del río un laberinto de pasiones caudaloso, y es irrenunciable remontar la corriente, sentir el fruto nacido, y abandonarse a la melodía de la palabra. El acervo que impregna estas canciones crece con cada gesto cotidiano, y se alimenta de los grandes poetas y autores, hombres y mujeres, que en soledad necesaria, dejaron versos y melodías para paliar nuestro ayuno.

Que estas canciones vuelvan al lugar de donde un día partieron.

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